Livia Díaz
Santa tristeza hijo

Livia Díaz

No creo dejarte este mundo mejor que como lo encontré
cuando yo era una nena chiquita a mi padre lo perseguían, le pegaban o lo encarcelaban en el campo Militar número uno
y yo no sé si eso fue una parte de su amargura y tristeza
en la intimidad solía ahogar sus penas con alcohol
La huaca se lo llevó de 59 años, los mismos que tengo ahora
y yo no se cuánto voy a vivir más
sólo que recuerdo que yo lo veía de tal manera
que no creí que se sintiera como yo ahora
Cuando yo era una niña chiquita
convivía con los neocomunistas de ahora del gobierno; para insultarlos les decían lumpens
y yo sólo sé que mi papá me ponía una pañoleta roja o blanca en el cuello y a veces convivía con ellos
pero éramos de la zona proletaria
los reyes desde Santa Julia hasta Legaria
los sábados teníamos grupos de pioneros
los domingos boteamos y vendimos periódico
por eso digo que yo su soy periodista, periodista
del boteo me iba a llevarle el dinero a los dinos a la calle de Durango
los demás días éramos la brigada del engrudo
hacíamos cubetas enormes para las pintas y pegas
llegamos a hacer esténcil para poner la hoz y el martillo, generalmente con aceite quemado
y a picar los de máquina para ir al mimeógrafo que nos prestaban en la normal en San Cosme para los volantes
Estuvimos en las huelgas dando arroz y frijoles a los obreros muchas veces, de lo que boteábamos en la Pensil, Casa Amarilla, Tacuba La Argentina y a veces nos invitaban a apoyar en marchas con contingente o así
una vez hicimos banderas luego playeras
otra kermeses y otras actividades
solíamos sacar dinero de allí y todo era para la causa
en mucho tiempo no tuvimos local, mi casa era una especie de base y después Jaime Perches nos presto un local y ya ahí hubo hasta dispensario médico
Días tristes son ahora
amanecer en la madrugada cuando escuchas que a tu papá le van a llevar unas cobijas a la delegación no es lindo
causa de por vida pesadillas. Cuando viajábamos, había que esconder nuestros cuentos rusos y revistas chinas y alemanas
tú no viviste eso hijo
pero a como van las cosas me temo que los siguientes años lo vivirá más de uno
seguir luchando y luchando para hacer conciencia y para seguir con el puño en alto aunque a muchos les pese
solo que desde cada trinchera las cosas se ven distintas
hoy es un día triste, te decía
muy triste
he dicho que Dios nos necesita para llorar
para orar
y para marchar
Jorge Saldaña escribió hace años que la marcha es el camino
yo creo que todos queremos vivir bonito
vivir en paz
pero eso ya no se puede
hay asedio y acoso
y además el dueño de este país ya nos está pidiendo desalojo
de por sí para todo tenemos que pagar derechos
derecho de vivir en los bienes terrenales del hombre
si quieres estar en cualquier lado se pagan impuestos
nada es gratis
los gobiernos se pusieron de acuerdo en que por ser empleados ya tienen don de mando
y yo me siento muy triste hoy
te decía
porque ese don nos está mandando a la chingada