Oaxaca Opinion

¡Salvemos a los niños; evitemos más huérfanos por la creciente inseguridad y brutal violencia! / en la opinión de Alfredo Martínez de Aguilar

* Más de un millón de niños y niñas han perdido en México el cuidado de sus padres por la violencia intrafamiliar y de género, desnutrición, pobreza, explotación sexual comercial, narcotráfico.

* Nuestros niños, adolescentes y jóvenes, viven muchos infiernos al mismo tiempo: desintegración y violencia intrafamiliar de todo tipo, psicológica, física, económica, abuso sexual y violaciones por familiares.

Por más que lo gritan millones de gargantas de mexicanos y oaxaqueños no basta el creciente clamor nacional: ¡Con los niños y adolescentes, no se metan, respeten su integridad y su vida! Más de un millón de niños y niñas han perdido en México el cuidado de sus padres por la violencia intrafamiliar y de género, desnutrición, pobreza, explotación sexual comercial, narcotráfico. A ello se suma el imparable incremento del consumo de drogas baratas como el cristal y las migraciones, lo que expone a los niños y sus familias a una situación de mayor vulnerabilidad.

El mayor número de víctimas son varones, pero los agraviados que sobreviven son niños y esposas en la miseria y en el abandono, y tienen que cambiar de ciudad o de lugar, por temor a venganzas. Es de obvia y urgente resolución, vital por indispensable, cuestión de vida y muerte, reforzar el combate contra la imparable inseguridad y brutal violencia del crimen organizado y del narco.

La Red por los Derechos de la Infancia de México reveló en su informe “Infancia y Conflicto Armado en México” que en el país hay más de 30,000 huérfanos por la violencia del narco. Entretanto, por su parte, la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión fue más allá, al estimar en más de 40 mil los huérfanos.

Pero el cotidiano drama que enfrentan al menos 35,000 nuestros niños y adolescentes menores de edad, además de los jóvenes, es formar parte de grupos de la delincuencia organizada en México. Los cárteles del narco es el quinto empleador de México, con entre 160,000 y 185,000 personas, y la única manera de acabar con ellos pasa por evitar el reclutamiento de nuevos miembros.

Otro infierno, al mismo tiempo, en México es la existencia de más de 10,000 niñas y niños huérfanos porque la violencia feminicida de sus padres o padrastros les quitó a sus madres. En un país como México en el que matan 11 mujeres al día, las infancias se han visto relegadas a seguir viviendo ciclos de violencia; esto es consecuencia de la desatención del Estado nacional.

Nuestros niños, adolescentes y jóvenes, viven muchos infiernos al mismo tiempo: desintegración y violencia intrafamiliar de todo tipo, psicológica, física, económica, abuso sexual y violaciones. Lo peor es que estos crímenes de lesa humanidad contra el mayor bien superior que pueblo y gobierno estamos obligados a cuidar, proteger y defender, permanecen totalmente impunes.

Y ocurre así porque, primeramente, no se denuncian para evitar la vergüenza y el escándalo familiar y, por otro lado, se agrava con la complicidad por corrupción de las propias autoridades. En tales condiciones, los niños, adolescentes y jóvenes siguen siendo las víctimas invisibles de la devastadora descomposición social y de la guerra entre el narco y el crimen organizado en México.

De ninguna manera las cifras oficiales reflejan la cruel, cruda y descarnada, realidad porque están maquilladas. Más de 20,000 niños han sido asesinados y 10,000 desaparecidos desde 2007. El mayor y mejor homenaje que debemos rendir a nuestros niños, adolescentes y jóvenes hoy, mañana y siempre, es salvarlos del infierno de la violencia intrafamiliar y de la muerte del narco. Ante Dios y ante los hombres, pueblo y gobierno, estamos obligados en conciencia ante nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos a evitar más huérfanos por la inseguridad y brutal violencia.

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