El financiamiento estadounidense a organizaciones «ambientalistas» en México ha generado controversia, especialmente tras revelarse la oposición de algunos de estos grupos al proyecto insignia del Tren Maya.
Datos de ForeignAssistance.gov muestran que durante el sexenio de Enrique Peña Nieto (2012-2018), México recibió el mayor flujo de fondos para programas ambientales, alcanzando los 101.3 millones de dólares, una cifra que cuadruplica lo destinado durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Mientras que los programas de Biodiversidad, Protección de la Biósfera y Política Forestal dominan la asistencia económica regional, la lupa se ha puesto sobre el papel de estas organizaciones en la política interna mexicana.
El gobierno de AMLO ha recibido solo el 24.4 por ciento de los fondos canalizados en el periodo anterior, aproximadamente 27.7 millones de dólares.
La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) figura como el principal financiador de la Protección de la Biósfera, mientras que el Departamento del Interior prioriza Biodiversidad e investigación medioambiental.
Tren Maya: ¿Defensa Ambiental Genuina o Estrategia de «Poder Suave»?
La polémica se intensifica al constatar que algunas de las organizaciones que han recibido financiamiento estadounidense han sido críticas con el Tren Maya, interponiendo amparos contra su construcción.
Entre ellas destacan el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible, Pronatura, Consejo Regional Indígena y Popular Xpujil, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) y Diálogo y Movimiento.
Desde el inicio de la construcción del Tren Maya hasta 2023, se han interpuesto más de 50 amparos, la mayoría resueltos a favor del gobierno.
Con información de SinLínea.MX