La banda delictiva de Tlaxcala que operaba en Oaxaca: un crimen que termina en tragedia
Redacción Oaxaca Político.- Un grupo de jóvenes originarios de Tlaxcala, conocido como «Los Zacapoaxtlas», operó en la costa oaxaqueña durante principios de este año, cometiendo diversos delitos. Su accionar fue difundido a través de mensajes en WhatsApp, los cuales fueron posteriormente interceptados por las autoridades. El caso culminó con la desaparición y ejecución de varios de sus miembros, cuyos cuerpos fueron encontrados en Puebla.
Inicios de la banda en Oaxaca

A principios de febrero, los jóvenes arribaron a la costa oaxaqueña con la intención de cometer asaltos a cuentahabientes, robos en negocios y saqueos. Establecieron su centro de operaciones en Huatulco, donde comenzaron a perpetrar varios delitos. Según las investigaciones, el 14 de febrero, la banda asaltó a un cuentahabiente en el banco Santander de Santa Cruz Huatulco, llevándose una cantidad cercana a los 400 mil pesos.
A través de sus conversaciones en WhatsApp, los miembros de la banda confirmaron la cifra exacta del botín, indicando que fueron 401,500 pesos. También en esas comunicaciones se hacía referencia a la publicación de la noticia sobre el robo en medios locales de la región.
Otros delitos y el ataque al cajero
Posteriormente, el 17 de febrero, intentaron robar un cajero automático en el centro de Huatulco, causando destrozos e incluso moviendo las cámaras de seguridad. En la misma madrugada, también intentaron robar en un centro comercial, dañando candados y llevándose computadoras y equipos de motor.
El desenlace: un robo que los delató

El robo al banco fue el hecho que finalmente los ubicó. El 27 de febrero, tras ser identificados por las autoridades, un grupo de supuestos policías llegó al hotel donde se hospedaban. En las capturas de pantalla de sus conversaciones, los delincuentes manifestaron temor y se refugiaron en baños y cocinas, aunque finalmente fueron detenidos. Durante ese momento de pánico, uno de los miembros del grupo, conocido como «El Negro», logró huir.
Desapariciones y hallazgo de los cuerpos
En la desesperación, los miembros de la banda contactaron a José Alfredo L.C., alias «El Jocha», ex candidato a edil de Santa María Huatulco, buscando ayuda. Sin embargo, su suerte ya estaba echada. El 2 de marzo, en San José Miahuatlán, Puebla, las autoridades hallaron un vehículo Volkswagen con nueve cuerpos desmembrados: cinco hombres y cuatro mujeres. Entre las víctimas se identificaron a varios de los integrantes de la banda, como Angie Lizeth P. G., de 29 años, y Leslie N. T., de 21 años, quienes habían sido reportadas como desaparecidas en Oaxaca.
La Fiscalía General del Estado de Puebla inició una carpeta de investigación para esclarecer estos homicidios, mientras que los cuerpos fueron trasladados al municipio de Tehuacán, donde fueron reclamados por los familiares de las víctimas.
Identificación de los desaparecidos

A medida que avanzaban las investigaciones, se identificaron a varias de las personas desaparecidas, como Jaqueline Ailet, Leslie Noya, Angie Lizeth, Raúl Emmanuel y Noemí Yamileth. Aunque algunos de los desaparecidos fueron localizados con vida, como Brenda Mariel, otros siguen siendo parte de la investigación.
El asesinato de «Jocha»

El mismo domingo 2 de marzo, José Alfredo L.C., alias «El Jocha», fue ejecutado a balazos en la Barra de Copalita perteneciente al municipio de San Miguel del Puerto en el distrito de San Pedro Pochutla. Junto a su cuerpo fue dejado un mensaje que decía: «Eso te pasa por ratero». Autoridades investiga este crimen, tomando en cuenta los mensajes que circularon en las redes sociales como posibles pruebas para identificar a los responsables.
Investigación en curso
El caso continúa siendo investigado por las autoridades. La Fiscalía General del Estado de Puebla está trabajando para esclarecer el múltiple homicidio, mientras que la Policía de Oaxaca se enfoca en rastrear los vínculos de los delincuentes y desarticular las bandas que operan en la región.
Este caso es un ejemplo de cómo la violencia y el crimen organizado siguen afectando a diversas regiones del país, especialmente en áreas turísticas y comerciales de alto flujo como la costa oaxaqueña.