Ricardo Pascoe Pierce
La oportunidad de Ucrania
Mirando al otro lado
A su estilo, tomó el teléfono y habló con Putin por más de una hora y media. No se sabe a ciencia cierta lo que acordaron, pero se especula que giró sobre una negociación que le salve la cara a Putin
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Ricardo Pascoe Pierce
El gobierno de Trump avanzó su agenda para resolver la guerra en Ucrania. Lo ha hecho, hay que decirlo, con el bullicio y torpeza que lo caracteriza. Durante la campaña electoral, prometió resolver el conflicto antes de llegar a la Casa Blanca. Ese pronóstico falló.
A su estilo, tomó el teléfono y habló con Putin por más de una hora y media. No se sabe a ciencia cierta lo que acordaron, pero se especula que giró sobre una negociación que le salve la cara a Putin, sin derrotar a Ucrania y que permita una “paz duradera”.
¿Es posible agradar a ambos campos, después de que la invasión rusa provocó en Ucrania la muerte, en conjunto, de alrededor de un millón de personas, entre soldados y civiles, el secuestro por los rusos de más de 20 mil niños ucranianos llevados a su territorio para ser adoctrinados como “rusos” y la destrucción de la infraestructura de la nación agredida?
Por lo pronto, no será posible lograr una “paz duradera” si todas las partes no están involucradas efectivamente en la negociación. El primer error de Trump fue tratar de llegar a un acuerdo con Putin, al margen de Ucrania.
Su famosa llamada telefónica posiblemente haya arrojado un acuerdo entre esos dos gobernantes. Pero también despertó las suspicacias y dudas no sólo de los excluidos ucranianos, sino también de todas las naciones europeas. Lo último que quieren los europeos es a un Putin embravecido y con la certeza de que Estados Unidos no frenará un avance militar suyo hacia otras naciones del Báltico y en Europa Central.
Otro error ocurrió cuando el Vicepresidente Vance se reunió en Munich con los líderes de naciones europeas y se dedicó a insultar a todos los presentes, acusándolos de abandonar los principios democráticos y de permitirse ser infectados por una población inmigrante perversa. Y se reunió con la candidata de la extrema derecha alemana, opositora al gobierno de Alemania, aparentemente con la intención de darle una bofetada en la cara a la coalición gobernante de ese país, por demás estratégico en el concierto de naciones europeas. El repudio a Vance fue unánime.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, hablando ante los integrantes de la OTAN, sugirió que Ucrania tenía que ceder partes de su territorio nacional a Rusia, para llegar a un fin de la guerra. Además, agregó que considera improbable la inclusión de Ucrania en la OTAN. Su propuesta estremeció a toda la concurrencia militar europea en el público, pues se está considerando la inclusión de Ucrania en la OTAN. La propuesta estadounidense fue considerada “una rendición incondicional” a Putin sin nada a cambio.
Siendo una franca torpeza de la administración Trump, lo dicho por el secretario de Defensa de Estados Unidos es el tercer error de Estados Unidos ante la situación de guerra en Ucrania.
El secretario de Tesoro de Estados Unidos, de visita en Kiev, anunció que el escudo protector para asegurar un futuro de paz en Ucrania se compondría de masivas inversiones estadounidenses en las “tierras raras de ese país, además de la participación en la compra y administración de empresas estatales, como del sector energético y agroexportador”. Es decir, Estados Unidos ve que una inversión masiva de empresas estadounidenses en Ucrania es la garantía para que Rusia abandone sus aspiraciones territoriales sobre ese país.
Trump considera que la inversión estadounidense es más potente que la fuerza militar de la OTAN. Nadie en Ucrania considera realista esa visión ingenua de Estados Unidos sobre Putin, la fuerza militar rusa y el papel de la OTAN.
El planteamiento del secretario del Tesoro es visto como otro error estadounidense. Cuatro errores graves del gobierno de Estados Unidos sobre la situación en Ucrania que recibió una respuesta rápida por parte de Ucrania, la Unión Europea y la OTAN.
Zelensky, Presidente de Ucrania, acudió a la Reunión de Seguridad en Munich para rechazar cualquier negociación al margen de su país y gobierno. Dejó en claro que el pueblo ucraniano está firme en su rechazó a ceder a un gobierno fascista, como el que pretende Putin para Ucrania.
La experiencia de la ocupación rusa de provincias ucranianas ha dejado su huella: represión, colonización, violación a los derechos humanos y campos de concentración. ¿Qué esperan de Putin? les preguntó Zelensky.
Planteó la urgencia de incluir a Ucrania en la OTAN y a prepararse ante el espectro de que Estados Unidos se prepara para abandonar a sus aliados europeos, renunciando a su membresía a la OTAN. Urgió a los países europeos a crear un ejército europeo y advirtió que el peligro de una invasión a ciertos países por tropas rusas es una posibilidad presente.
Reafirmó la adhesión de Ucrania a los principios democráticos y liberales de la Unión Europea. Con su pronunciamiento, Zelensky logró arrancar un aplauso de pie de los asistentes a la reunión de seguridad en Munich. Expresó el sentir de una mayoría de miembros de la organización, en contraste con la frialdad con que fueron recibidos los representantes de Trump.
En los pasillos de Munich de hoy se respiraba el recuerdo del Munich 1938, cuando el británico Neville Chamberlain firmó un acuerdo con Hitler, esperando aplacar al alemán. Lo único que logró Chamberlain fue darle más tiempo a Hitler para alistar su tropas para la Segunda Guerra Mundial. Un pedazo de Checoslovaquia fue la ofrenda sacrificial en este evento.
Trump pretende hacer lo mismo: ofrecer al militarista y dictador Putin un pedazo de Ucrania para aplacar su apetito. Y Zelensky responde: eso simplemente hará crecer su apetito por más conquistas territoriales. Tiene los ojos puestos en Polonia y los Estados Bálticos, por lo pronto.
En otro paralelismo histórico, Kennedy y Jruschov arreglaron la crisis de los misiles nucleares en Cuba entre ellos, sin incluir a Cuba en el acuerdo. La Unión Soviética retiró sus misiles de Cuba y Estados Unidos retiró los suyos de Turquía. A pesar del enojo de Castro por haber sido ignorado, ese incidente le permitió a Cuba convertirse en una pieza importante en el ajedrez geopolítico mundial que Fidel supo administrar con mucha inteligencia para lograr objetivos propios. Sin embargo, el proyecto cubano se acabó cuando desapareció la Unión Soviética.
Zelensky tiene la oportunidad de convertirse en un vocero acreditado y legítimo de la Unión Europea y de la OTAN, incluso sin ser miembro oficial de esas organizaciones. Es una gran ironía del momento: Ucrania está en posibilidad de ganarles la doble partida a Trump y Putin, si mueve con astucia e inteligencia sus piezas del ajedrez peligrosísimo que está jugando.
Deberá ser muy firme, sabiendo que cuenta con el apoyo del pueblo ucraniano que rechaza la pretensión hegemónica de Putin y Rusia. Europa sabe del juego perverso de Trump, que piensa que el dinero todo lo resuelve, y las intenciones de Putin, que miente para ganar más tiempo, como lo hizo Hitler en Munich en este fatídico y malogrado 1938.
Si pierde territorio en algún acuerdo final, Ucrania deberá asegurarse una posición de mucha fuerza militar propia, y no depender de inversiones estadounidenses como “escudo protector”. Y deberá poder integrarse a la coalición internacional que más convenga a sus intereses nacionales.
POR RICARDO PASCOE
COLABORADOR
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