Policía de Oaxaca implicado en homicidio de sos mujeres triquis
La Fiscalía General del Estado de Oaxaca ha detenido a un elemento activo de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) como presunto responsable del homicidio de dos mujeres triquis.
Este hecho ha generado una gran indignación en la región y ha puesto en tela de juicio la integridad de las fuerzas de seguridad en el estado.
El Crimen que Sacudió a la Comunidad Triqui
El 5 de noviembre de 2024, Adriana y Virginia O. G., hermanas originarias de la zona triqui, fueron asesinadas cuando descendían de un taxi en la colonia Francisco I. Madero en la ciudad de Oaxaca.
Según las autoridades, al momento de bajar del vehículo, varios hombres les dispararon, provocando su muerte en el lugar. Las víctimas eran conocidas por su labor como artesanas y defensoras de los derechos humanos en su comunidad.
La fiscalía local, tras recibir el testimonio de un sobreviviente, inició investigaciones que llevaron al descubrimiento de que los atacantes habían sido contratados como sicarios para llevar a cabo el crimen. Este detalle ha intensificado las preocupaciones sobre la violencia dirigida contra líderes comunitarios y defensores de derechos humanos en Oaxaca.
Detención del Presunto Responsable
El policía estatal identificado con las iniciales L.E.R.V. fue arrestado tras una orden emitida por un Juez de Control, quien evaluó los resultados preliminares de las indagatorias. La Fiscalía ha solicitado su vinculación a proceso, aunque esta aún está por determinarse.
El fiscal general del estado, Bernardo Rodríguez Alamilla, destacó que el caso es particularmente grave dado que el presunto responsable es un miembro activo de las fuerzas policiales. «La Fiscalía se apegará a las facultades que le otorga la ley para aplicar el Código Penal Vigente del Estado», afirmó, subrayando la importancia de garantizar que este crimen no quede impune.
Adriana y Virginia eran familiares de Emelia Ortiz García, una reconocida defensora de los derechos humanos en la comunidad triqui. Su asesinato ha generado una ola de condena entre activistas y organizaciones defensoras de derechos humanos, quienes exigen justicia y medidas efectivas para proteger a quienes luchan contra la violencia en sus comunidades.