En un encuentro histórico en Washington, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, destacó la extradición de 29 líderes del crimen organizado por parte de México, calificándola como un paso crucial en el fortalecimiento de la seguridad bilateral.
Esta acción se suma a un despliegue sin precedentes de 10 mil soldados de la Guardia Nacional mexicana y a importantes incautaciones de fentanilo y sus precursores químicos.
Durante la reunión, encabezada por Rubio y con la participación de la fiscal general Pam Bondi y el secretario de Defensa Pete Hegseth, se enfatizó la necesidad de «construir una nueva era de cooperación en materia de seguridad» entre ambos países.
El objetivo es tomar medidas rápidas y decisivas para asegurar las fronteras, desmantelar organizaciones de cárteles y detener los flujos ilícitos de drogas y armas, según un comunicado del Departamento de Estado estadounidense emitido por la portavoz Tammy Bruce.
Rubio expresó su gratitud al canciller mexicano Juan Ramón De la Fuente, así como a los secretarios Omar García Harfuch, Alejandro Gertz, Ricardo Trevilla y Raymundo Morales, quienes asistieron al diálogo. Afirmó que estas acciones han contribuido significativamente a incrementar la seguridad en ambas naciones.